En mi libreta 19:
El manantial de Pueblo Hallado
está en la parte izquierda de la playa, desde la perspectiva mar, cincuenta
metros barranco arriba. A él se accede por un camino que sube entre cañizos y
plantas de pita. Desde el manantial se puede ver la playa entera. El manantial
está rodeado de piedras de granito y hay un corazón pintado en rojo en una de
ellas. La pared es como un puzle donde cada piedra sostiene a la siguiente y se
deja sostener. El corazón está en la más grande, una que tiene forma de yunque,
con la parte más estrecha apuntando al chorro cristalino que cae hasta un
mosaico de ripios gastados. El agua se precipita en media sonrisa hasta
estamparse contra el suelo. Una pequeña balsa de muros fuertes e inclinados la
contiene en forma de oruga gorda. Huele a hierbabuena y a cilantro en el
manantial. En lo alto del muro, a medio metro del hueco oscuro por donde mana
la vida, hay un busto de mueca sonriente. La vegetación le cincela trozos de
sol sobre el cabello largo y estático. Justo al lado, el corazón rojo, y dentro
de él, unas palabras escritas con tinta negra: «Quiero vivir entre la mirada de
Dios y la ruina de los hombres»
No hay comentarios:
Publicar un comentario